Estos son los doce principios para una alimentación sana:
UNO.- Escucha a tu cuerpo. No comas si no tienes hambre ni pases hambre si tienes apetito.
DOS.- Bebe de 8 a 12 vasos diarios de agua diariamente ya que ayuda a limpiar el hígado y los riñones y a perder peso. El cuerpo necesita pequeños y frecuentes sorbos de agua, de otra manera las células se deshidratan y sus membranas se secan.
TRES.- Evita consumir grandes cantidades de azúcar, especialmente azúcar refinado, ya que el hígado lo convertirá en grasa y colesterol. Llegará un momento en el que los triglicéridos de la sangre serán demasiado elevados y esto está asociado con un incremento del riesgo de enfermedades cardiovasculares.
CUATRO.- No te obsesiones midiendo las calorías.
CINCO.- Evita los alimentos a los que puedas ser alérgico o que sepas por experiencias pasadas que no te sientan bien. Mastica la comida lenta y concienzudamente, ya que la digestión comienza por la saliva cuando ésta se mezcla con los alimentos en la boca.
SEIS.- Presta atención a la buena higiene intestinal. No calientes nunca la comida más de una vez y siempre lávate las manos antes de comer.
SIETE.- No comas si te sientes tenso o ansioso ya que durante estos estados la corriente sanguínea es desviada de los intestinos e hígado a otras zonas del cuerpo.
OCHO.- Procura adquirir productos biológicos frescos y libres de pesticidas.
NUEVE.- Obtén las proteínas de diferentes fuentes, incluidas las legumbres. Hay muchos platos en los cuales la proteína se obtiene de las legumbres, granos, cereales, frutos secos y semillas. Las proteínas de primera clase procedentes de la combinación de estas fuentes son tan completas como las proteínas de origen animal y contiene los 8 aminoácidos esenciales.
DIEZ.- Es importante comer solamente pan de buena calidad, que no contenga sustancias artificiales. Prueba distintas variedades de pan para encontrar el que mejor te funcione, prueba el de centeno, de trigo, de maíz, de avena, de cebada y demás que puedas encontrar en tiendas de alimentos naturales. Para algo más ligero, prueba galletas de arroz, de centeno o pan de pita (árabe) sin levadura.
ONCE.- Evita el estreñimiento comiendo mucha fruta fresca y vegetales y bebiendo agua a lo largo del día. Evitando el estreñimiento evitarás el crecimiento de organismos no deseados en el intestino grueso.
DOCE.- Evita las grasas saturadas, que pueden dañar el hígado con los cambios característicos de un “hígado obeso” similar a aquel de los consumidores de alcohol. El tipo de grasa que ingerimos diariamente es importante para la salud y la longevidad y tendrá más influencia que ninguna otra cosa sobre el funcionamiento del hígado y el peso.
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